EL DIEZMO

 

 

 

       El diezmo consiste en devolver a Dios el 10% de los ingresos que él nos concede.

Génesis 28:22   Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

 

     El diezmo es una práctica que se originó como una expresión de gratitud por las bendiciones recibidas de Dios.

Génesis 14: 18-20 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;   y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;   y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abraham los diezmos de todo.

Y como un reconocimiento a la mediación sacerdotal.

 

Números 18: 21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión.

 

El diezmo se practicó mucho antes que la ley de Moisés fuera promulgada.

Por ejemplo, Abraham que vivió siglos antes de la ley de Moisés y que fue justificado por la fe, igual que los cristianos, practicó el diezmo.

Génesis 14: 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abraham los diezmos de todo.

 

El diezmo fue practicado también bajo la ley de Moisés y cuando da fue abolida continuó en vigencia de la misma manera que lo había estado antes de Moisés.

 

Jesús ratificó el diezmo.

 

Mateo 23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

 

En el Nuevo Testamento, el diezmo es de nuevo ratificado como una práctica para la Iglesia cristiana.

 

Hebreos 7: 1-12   1Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

4Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. 5Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.

11Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;

 

       Los elementos bajo los cuales el diezmo fue instituido siguen estando vigentes bajo la dispensación de la Gracia, es decir, la gratitud a Dios y el reconocimiento de la mediación sacerdotal.

 

       Esta última es ejercida en el presente no por un hombre mortal sino por uno que vive para siempre.

 

Hebreos 7: 8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.

Jesús, nuestro Sumo Sacerdote.

 

Dios da grandes promesas de prosperidad para aquellos que diezman con fidelidad.

 

Malaquias 3: 10-12 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.   Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.   Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

 

2 Corintios 9: 6-11   6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.8Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9como está escrito:

Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.

10Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,11para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

 

       Sin embargo, el cristiano no debe diezmar tan sólo por el interés de recibir prosperidad material; más bien, debe hacerlo por gratitud y por un reconocimiento sincero de la eficaz obra sacerdotal de nuestro Señor Jesucristo.