Hamartiologia

 

Luego de unos momentos de reflexión y adoración a Dios, se dio paso a la reunión de la fraternidad con un tema de sumo interés al ministro de Dios, bajo el título " la doctrina del pecado" conocido también como Hamartiología; dicho tema fue desarrollado por el pastor Oscar Arévalo de iglesia IDEG, quien presentaba como la caída de Adán, ha tenido efectos desastrosos en todo el género humano y la naturaleza; pues Dios tuvo que dictaminar juicio contra su misma creación, así mismo se hace manifiesto el juicio contra la serpiente y Satanás. Por otro lado la sentencia contra el hombre fue de muerte en tres sentidos: muerte espiritual, muerte física y muerte eterna. Así también la tierra vendría a dar espinos y cardos por causa del pecado del hombre afectando no sólo al hombre mismo y a la creación; sino también a Dios mismo pues él ya no podría continuar descansando de su creación dando paso así a la redención.


En este punto el pastor Arévalo se detuvo a mencionar que tanto la doctrina del pecado como la doctrina de redención son inseparables y como tales, debe tenerse una claridad a la luz de la palabra, ¿Que es en sí el pecado?,¿ cuáles son sus efectos y resultados en el género humano? Ya que a través de la historia han existido diversas corrientes de pensamientos en cuanto a la imputación de pecado, tales como la perspectiva pelagiana la cual creía que cada alma es creada directamente por Dios y por ende es inocente y no se encuentra afectada por el pecado de Adán. Cabe mencionar que dicha perspectiva fue censurada y señalara como herejía en uno de los concilios en el año 418 D.C, por esta razón la fraternidad asimismo no reconoce esta perspectiva como bíblica. Asimismo se menciono también otras perspectivas; cómo es la perspectiva Arminiana donde hacen ver que el hombre no está muerto en sus delitos y pecados, sino más bien que se encuentra enfermo y puede pedir ayuda, asimismo esta apreciación no fue aceptada por los miembros de la fraternidad, como tampoco fue aceptada la perspectiva federal la cual señala que en lo que se imputa al hombre simplemente es el pecado de Adán y no su acto.


Luego de haber presentado la razones por las cuales dichas perspectivas no son aceptadas se dio paso a la exposición de la perspectiva agustiniana que posteriormente vendría a ser adoptada por Calvino y luego asimismo darse a conocer como calvinismo donde se menciona y se reconoce que el pecado se imputa a la humanidad porque Adán pecó, dando como resultado la culpa de Adán a la humanidad, y por ende la depravación es total y se imputa el pecado y la culpa a la humanidad. Dicha perspectiva es la que la fraternidad internacional de ministerios reconoce como verdadera y correcta.


Luego el pastor Arévalo mencionó que no existen simplemente estas perspectivas sino también perspectivas liberales humanistas originadas en el pensamiento filosófico de Kant y Rousseau, donde afirmaban que el hombre es originalmente bueno y que es la sociedad quien pervierte al hombre y que lo que se debe hacer es educar al hombre y este vendrá a tener otro tipo de actitud. El pastor Arévalo mencionó que dicha perspectiva es completamente anti bíblica. Asimismo se presentó la interrogante que el famoso psicólogo Freud hizo ¿cómo soluciona el hombre moderno el tema de la culpa? La respuesta que Freud dio es: a través del psicoanálisis donde para muchos esta se convirtió en una religión secular donde confesaban sus pecados y eran absueltos en nombre de la ciencia. Esta apreciación es completamente errónea por lo que también la fraternidad no la reconocer como cierta.


Por otro lado se dio a conocer la perspectiva de John Stott que es un proponente de la teología de la liberación, el cual presenta que los cristianos tendrían que sentir compasión y un agudo dolor de conciencia frente a la opresión de otros seres humanos enfocándose en las libertades civiles, respeto racial, educación, atención médica etc... La respuesta ante las observaciones de Stott es la siguiente: Pablo el apóstol quien mostró una gran preocupación por sus compatriotas los judíos expresando las palabras " Hermanos ciertamente el anhelo de mi corazón y mi oración a Dios por Israel, es para salvación" Ro. 10.1 con ellos se menciona y aclara que la verdadera preocupación que debe sentir tanto el ministro como la iglesia del Dios, es para la salvación del género humano y no velar por elementos externos de una sociedad.


Es necesario mencionar también  cómo algunos teólogos liberales miran el pecado como es el caso de Karl Barth y la perspectiva que él posee en cuanto al pecado, Barth define el pecado original, Adán y la caída, la redención en Cristo, la resurrección, la segunda venida como sagas es decir leyendas. Para el no son acontecimientos históricos verdaderos.

Así mismo mencionaba el pastor Arévalo, que la Biblia es meridianamente clara acerca de la situación del hombre pero que en el caso de la teología de la liberación de entrada el concepto de caída no aparece; de continuación, la idea de pecado queda sospechosamente difuminada y en lugar de categorías bíblicas se implanta el concepto marxista pues ellos expresa que lejos de estar todos bajo pecado el hombre se encuentran en realidad dividido en la sociedad, por la clasificación de los estratos sociales es decir pobres y ricos. Cabe mencionar para los teólogos de la liberación es demasiado obvio que el capitalismo es algo horroroso ya que José Miranda lo llama la manifestación final del pecado. Por otro lado la fraternidad latinoamericana define el pecado en términos sociales tanto como individuales.


Con toda esta exposición sobre la doctrina del pecado el pastor Arévalo, estableció una clara separación entre teólogos liberales y la perspectiva que se tiene de pecado la cual, no es la misma que la Fraternidad internacional de ministerios posee; marcando así con claridad la diferencia que existe entre una corriente de pensamiento humanista y aquellos que han fijado su mirada en la palabra eterna de Dios.


De esta manera se concluyo la exposición de la doctrina del pecado, haciendo un llamado a tener una correcta y acertada perspectiva de lo que el pecado representa para el género humano, y lo necesario que se hace en entender en el presente los efectos y resultados del pecado del hombre.

¡A Dios la Gloria por sus ministros!

 

Herberth Guzmán

Encargado de Comunicaciones