LA ELECCION INCONDICIONAL

 

        Elección. Es el acto soberano de Dios, por medio del cual El escoge para Sí mismo a ciertos individuos entre el género humano. San Juan 15: 19.

        Predestinación. Es el ejercicio eficiente de la voluntad de Dios, por el cual se llevan a cabo las cosas que El ha determinado de antemano.

       

        En razón de que todos los hombres han pecado en Adán; siempre eligen lo malo, no pueden hacer  lo bueno, no entienden lo bueno, no quieren hacer lo bueno, y que sin excepción son culpables y dignos de condenación, Dios no habría cometido ninguna injusticia si hubiera pasado por alto a todos para reservarlos al fuego eterno dejando que cosecharan lo que ellos mismos sembraron. 

        Pero el amor y la misericordia de Dios se manifestó grandemente cuando de entre todo ese mundo perdido escogió a aquellos que, según su consejo, alcanzarían salvación eterna.

        La causa de la incredulidad está en el corazón humano  y Dios no es culpable de ella;  pero, la fe en Jesucristo para salvación es un don gratuito de Dios.

 

Efesios 2: 8  Porque por gracia sois salvo por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.

 

Filipenses 1: 29  Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.

 

De manera que si un hombre se condena es puramente por la dureza de su corazón; pero, si un hombre cree para salvación es por el don gratuito de la fe que Dios le otorga.

La razón por la que Dios dota a unos de esta fe salvadora y a otros se las niega depende únicamente de su libre elección.

 

Efesios 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

 

Esta elección fue hecha  antes de la fundación del mundo, cuando de entre todo el género humano caído, Dios predestinó un número fijo de personas, no mejores ni más dignas de las demás, a fin de que fueran salvadas por Cristo.

 

Efesios 1:4-5  según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para  que fuésemos santos y sin mancha delante de él,  En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.

 

Mientras tanto, a los no elegidos los abandonó a su propia maldad y a sus propios caminos.

 

La elección de Dios es incondicional,  por cuanto no fue hecha en virtud de que él anteviera la fe o la obediencia de las personas como una condición previamente requerida en el hombre que habría de ser elegido,  sino por el puro afecto de su misericordia que obró justa y libremente.

 

Juan 15:16  No me elegisteis vosotros  a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

 

Hechos 13:48  Los gentiles, oyendo esto,  se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.

 

Romanos 9: 15-16   Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.   Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

 

Romanos 9: 22-24   ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción.   Y para hacer notorias  las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.   A los cuales también ha llamado,  esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?  

 

Efesios 1: 4-5  Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,  en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.

 

2ª Timoteo 1: 9 Quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.

 

1ª Pedro 1: 2  elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

 

        Puesto que Dios es todopoderoso, la elección o predestinación que él hace no puede ser anulada, revocada, ni destruida;  el número de los elegidos no puede disminuir como tampoco aumentar.

      

        En cuanto a los demás hombres que son pasados por alto para condenación, Dios no es responsable de su incredulidad ni de sus demás pecados; él es el juez intachable que ha de vengar sus pecados de manera justa.

 

        La  doctrina de la elección incondicional no debe ser interpretada en el sentido de que el hombre puede llevar una vida desordenada mientras Dios no le llame.

        La responsabilidad del hombre  es la de procurar  el arrepentimiento buscando a Dios con todo su corazón.

       

        Si el hombre no hace esto es culpable de condenación; pero, si lo  hace debe alabar a Dios que le ablandó su corazón y lo inclinó a creer, pues,  el hombre de sí mismo no puede ni quiere acercarse a Dios.

       

        Si la doctrina de la elección incondicional resulta difícil de recibir para algunos es porque aún no han comprendido a cabalidad  lo que comprende la depravación total de la raza humana. 

       

        O bien, su orgullo no les permite acatar la verdad de que ellos no son los artífices de su propia salvación y se les dificulta dar la gloria únicamente a Dios.