Definiendo el evangelismo bíblico

 

El objetivo de este documento es establecer un parámetro correcto de evangelismo, debido a que en la actualidad muchos cristianos no tienen idea de cómo comunicar su fe. Y por  otra parte muchos se encuentran enfocados en métodos humanos que en  el mensaje mismo del evangelio; en otras palabras, hay un mayor interés por un método evangelistico que por el contenido mismo del mensaje del evangelio, causando con ello distorsiones graves en el mensaje que se le comunica al inconverso.

 

Definiendo y diferenciando el evangelismo

Es necesario para continuar, establecer una clara distinción de términos, puesto que ellos pueden parecer iguales en cuanto ha contenido pero no es así.

 

Evangelismo: es la comunicación de las buenas nuevas acerca de Jesucristo, el cual es un proceso de comunicar al incrédulo su estado de condenación y separación; seguido por su conversión y adherencia a la membresía de la iglesia. Es necesario aclarar que el evangelismo no termina en una profesión de fe, sino, en hacer que esta persona se convierta en un discípulo de Jesús.

 

Habiendo definido que es el evangelismo, podemos definir ¿que es testificar? Testificar es dar cuenta de la verdad del evangelio teniendo en cuenta que debe haber coherencia entre nuestra manera de vivir y lo que comunicamos al inconverso.

 

Por otro lado cuando estamos hablando de dar testimonio: éste se enfoca en el relato de cómo llegamos a ser salvos, a través del mensaje del evangelio. Debemos aclarar y hacer hincapié que el testimonio personal puede  o no ser efectivo.

Puede  ser efectivo cuando no nos desviamos de la centralidad del mensaje del evangelio. Por otro lado si hacemos énfasis en nuestra propia experiencia, dejando de lado el mensaje es ahí donde el testimonio nuestro no viene a ser efectivo para el evangelismo.

 

Como hemos podido notar al definir cada término podemos apreciar son grandes diferencias y similitud entre sí.

 

La similitud que existe en los términos se encuentra en el mensaje, tanto el evangelismo como el testificar o dar testimonio contienden  este punto en común.

 

Pero  que de allí al examinar el contenido de cada uno, vemos como cada uno tiene su punto limite y como uno transciende tanto al de testificar o bien de dar testimonio.

 

Nos referimos al Evangelismo pues como notaremos procura comunicar, pretende la conversión del incrédulo y su inserción en el cuerpo de Cristo. Haciendo del inconverso un discípulo de Cristo. Por otro lado el testificar se limita a comunicar el evangelio al inconverso y a presentar una vida en armonía con lo que anunciamos. Así pues, también  podemos decir que el testimonio  es el relato que hacemos a otros de cómo alcanzamos salvación a través del mensaje del evangelio.

Como notamos con esta remembranza el Evangelismo bíblico, procura hacer énfasis en el mensaje del evangelio de una forma más concisa; que con solo el hecho de de testificar o dar testimonio a otros.  Y ese debe ser el propósito de todo aquel que desea ser instrumento en las manos de Dios.

 

Definiendo ¿Quien es un evangelista?

 

De una forma llana pero concreta podemos decir que es un predicador de buenas noticias y cuyo objetivo es alcanzar a los perdidos con el mensaje del evangelio. En otras palabras un  evangelista verdadero no es una persona que procura movimientos emotivos en la audiencia llamado en nuestro tiempo un “Avivamiento”, sino, que  trata de comunicar el mensaje de la cruz de Cristo.

 

La base bíblica para la evangelización

 

Mateo 28. 18-20

El Verbo principal de esta cita se encuentra en “Hacer Discípulos” es decir que otras personas tengan una relación alumno maestro con Cristo.

Las características del discípulo las podemos notar en que el escucha, entiende y obedece las enseñanzas de su maestro. Jn. 12 46-50.

La gran comisión es para todo aquel que ha creído al mensaje que es anunciado.

 

Palabras claves para el discipulado

Bautizar y enseñar, en el nuevo testamento no se puede concebir un  discípulo que no haya sido bautizado y a la vez instruido, la razón es que el bautismo nos identifica y nos compromete en sumisión al señorío de Cristo.

La invitación está hecha debemos testificar como discípulos de Cristo. Teniendo siempre en cuenta lo que nos dice Hch. 1.8, pues todo lo que sigue después de este pasaje bíblico es el resultado de la gran comisión dada por nuestro Señor Jesucristo. En otras palabras hay un mandato y se ve  implícito en tres cosas.

1.      Una Persona: Nuestro Señor Jesucristo quien es nuestra autoridad y objeto de testimonio al mundo.

2.      El poder: en la Persona del Espíritu Santo quien nos guía y motiva a cumplir con la gran comisión.

3.      Un Programa: el cual tiene como punto de partida Jerusalén y que extiende hasta lo último de la tierra.

 

¿Cómo evaluar el resultado del evangelismo?

El querer hacer esto es muy complejo, pues no se puede medir el éxito o fracaso dependiendo a la respuesta que el inconverso tiene, es decir, que si hay una respuesta favorable esto es éxito, pero si no hemos fracasado. Esta no puede ser la medida de evaluación. Pues nuestro deber no consiste en ello, sino, en transmitir el mensaje en pocas palabras nuestro trabajo es sembrar y regar. Dios es el que da el crecimiento y no nosotros.

 

La motivación correcta para el Evangelismo

 

Algo que debemos tener presente en nuestra mente siempre es que nuestro objetivo supremo en el evangelismo es glorificar a Dios. Y no “ganar muchas almas” o llenar un auditorio que con lo cual pueda hacernos sentir bien. Es la gloria de Dios  nuestra motivación y anhelo.

 

 

 


Este escrito se encuentra basado en la obra titulada “Evangelismo Bíblico Una mirada teológica y práctica para alcanzar a otros para Cristo” escrita por el Pastor Brad Anderson de Liberty Baptist Church.